El emblemático Palacio de Cibeles, antigua sede de la Sociedad de Correos y Telégrafos de España y hoy Ayuntamiento, ha cumplido 100 años, y en De Salas hemos querido repasar parte de su historia. Desde luego por este maravilloso edificio de la capital madrileña no parecen pasar los años, ya que permanece prácticamente igual desde su inauguración en 1919.
En una época en la que los palacios ya no estaban de moda, éste se convirtió en referente para Madrid y hoy no imaginamos una panorámica de la capital sin su impoluta fachada blanca. Para darle aún más valor, se trata del primer proyecto del conocidísimo y entonces jovencísimo arquitecto Antonio Palacios, que junto a Joaquín Otamendi, lo presentaron para concursar por el que sería el futuro edificio de Correos en el solar de la calle Alcalá con el Salón del Prado.
“Estaba incompleto, falto de detalles y con una documentación deficiente”, según recogen los escritos, pero el juicio crítico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando otorga por unanimidad a esta pareja el desarrollo del proyecto, “producto de una creación genial, susceptible de modificaciones y con un diseño que respondía a la comodidad del público y mostraba mejor distribución para los diferentes servicios”.
Proyectaron un edificio muy funcionalista, que ensalzaba tanto la trascendencia de los servicios que se iban a prestar, como su localización privilegiada, en un terreno que había albergado los antiguos jardines de recreo de El Buen Retiro. Se tardaron 12 años en construir los 12207 metros cuadrados y 70 metros de altura en piedra, hierro y cristal, que marcaron un antes y un después en el urbanismo madrileño”.
Las críticas de la época recogían las impresiones de que el diseño era atrevido y disonante con el entorno. Estamos hablando de una época, principios del siglo XX, en la que el concepto de palacio como tal estaba bastante obsoleto y la tendencia iba hacia construcciones modernas, como el Flatiron de Nueva York o el Edificio Carrión también en Madrid, desarrollados por esas fechas.
Sea como fuere, en 1919 la Sociedad de Correos y Telégrafos de España se instaló en este palacio, al que se le llamaba, en tono irónico, “Nuestra Señora de las Comunicaciones”, por su aspecto de edificio eclesiástico. En el diseño se funden detalles estéticos neoplaterescos, modernistas y Art Decó.
Presenta dos torres pentagonales a los lados, y un cimborrio o torre octogonal que en su día se dotó de instalaciones radiotelegráficas. A lo largo de la fachada encontramos pináculos, diseñados en origen como soportes de los hilos telegráficos, además de escudos y figuras, como la de mujer con medio cuerpo vegetal que corona el arco de la puerta principal y que fue apodada “La Rubia” por la gente de la época.
Un vestíbulo a varias alturas, mármol, galerías de arcos de medio punto con columnas adosadas, el Palacio de Cibeles ha sufrido pocas modificaciones, una de ellas la ampliación de dos pisos hacia la calle Montalbán en 1934, y la última, entre 2007 y 2011, que es cuando se reconvirtió el edificio para hacerlo la sede del Ayuntamiento.
Desde De Salas brindamos por este primer aniversario, y deseamos a uno de los edificios más bonitos y característicos de la ciudad de Madrid, que siga igual de joven muchos años más.
